Elías
Chucair recrea la azarosa vida de Elena Greenhill, a quien apodaban
“La Inglesa Bandolera” por sus intrépidas incursiones de
cuatrerismo y otras acciones al margen de la ley, levadas a cabo en
los primeros años del siglo pasado.
Esta
mujer, encabezaba una banda delictiva que había elegido como base de
sus actividades un paraje de la meseta patagónica. La imposibilidad
de control por parte de la policía de tan vasto y deshabitado
territorio, le permitía llevar a cabo numerosos delitos y hacer
alarde de su audacia y su notoria puntería con las armas de fuego.
Su
vida fue breve, pero intensa y tumultuosa. La mataron en 1915, en una
emboscada policial, y en ese mismo momento dio comienzo al mito de
“La Inglesa”.
Otros
relatos patagónicos completan este interesante libro, escrito por un
autor auténticamente comprometido con la cultura y la historia
religiosa.
Julia
Chaktoura
PRESENTACIÓN
Desde
muy pequeño oía hablar con mucha frecuencia a mi padre y a viejos
pobladores de la zona, de las hazañas de una mujer inglesa, de su
extraordinaria puntería para el uso de las armas de fuego y de su
coraje para cuatrerear y enfrentar el peligro; como así también del
temor que le llegaron a tener algunos hombres considerados como
guapos y de agallas.
Todos
aquellos relatos que fui escuchando, sin proponérmelo, fueron
despertando en mí, años después, una curiosidad muy especial para
conocer en toda su dimensión y desde sus comienzos a aquella mujer
considerada como bandolera y que llamaban y conocían por “La
Inglesa” o “la Grenil”.
En
aquel entonces, si bien garabateaba algunos versos, muy lejos estaba
en mis cálculos pensar que un día intentaría volcar sobre el papel
todas aquellas cosas que llegaban accidentalmente a mis oídos y que
tenían relación con aquella mujer, que llegó a acaparar la
atención en esta zona de la Patagonia, por la variedad de matices y
hechos que fueron rodeando su personalidad.
Pero
un día me picó la idea de conocer episodios y personajes de ayer,
especialmente de la época en que los pioneros dejaban jirones de su
vida para subsistir en un medio inhóspito, lleno de privaciones y
también de peligros; y entonces surgió ante mí la imagen de La
Inglesa.
Así
fue que apasionadamente comencé la búsqueda de testimonios y el
acopio suficiente de información que me permitieran escribir algo
sobre ella con la propiedad debida.
Personas
muy mayores, entre ellas mi padre, que tuvieron la oportunidad de
verla y conocer sus andanzas, me la pintaron de cuerpo entero...
Coincidieron
todos en que aquella mujer escondía su sexo y su delgada figura en
ropas de varón, generalmente de cuero. Usaba breches y botas altas.
Bajo el ala de su sombrero negro escapaban fragmentos de su cabello
muy rubio y no la abandonaba nunca un poncho “Castilla”,
seguramente traído de Chile... Y siempre andaba acompañada de un
revólver por lo menos y un Winchester en la montura...
Y
pese a su imagen aparentemente frágil, conquistó el amor de los
hombres, sembró miedo, supo arrear animales ajenos y se ingenió
para que alguien deposite ciegamente su confianza en ella.
Elías
Chucair
Don Elías Chucair, como podría obtener el libro desde Chile.
ResponderEliminarUn amigo me mando un libro de, Francia, porque no de Argentina.
Que valor tiene? Y por correo lo podría recibir creo yo, le parece?
Me interesa La Inglesa Bandolera.